Son las mujeres de Babilonia
Las más ardientes que el amor crea.
Tienen el alma samaritana,
Son por su fuego de Galilea.
Cuando suspiran voluptuosas
El babilonio muere de amor,
Y cuando cantan ponen sus besos
En cada nota de su canción:
¡Ay, Ba! ... ¡Ay, Ba! ...
Ay, babilonio que marea ...
¡Ay, Ba! ... ¡Ay, Ba! ...
Ay, vámonos pronto a Judea!
¡Ay, Ba! ... ¡Ay, Ba! ... ¡Ay, vámonos allá!
Como las hembras de Babilonia
No hay otras hembras tan incitantes.
Arde en sus ojos de amor la llama,
Buscan sus labios besos amantes;
Como palmeras que el viento agita,
Doblan - si danzan - sus cuerpos bellos,
Dando en sus giros al aire ardiente
La negra seda de sus cabellos. etc.